Primero lo primero y segundo a segundo

Por Amarla Lu*


Con amor para mi hija Ámbar,
para que siempre recuerdes
el amor de la abuela.


"Creo que nos conocemos desde siempre. Cuando se produjo el Big Bang todos los átomos del Universo se mezclaron en un punto muy pequeño que explotó y se expandió. Así que nuestros átomos ya estaban juntos entonces y probablemente se hayan mezclado varias veces en los últimos 13 mil millones de años. Mis átomos ya conocían entonces a tus átomos y se han conocido desde siempre. Mis átomos siempre han amado a los tuyos."
Mike Cahill
[Orígenes]

Primero lo primero y segundo a segundo
Érase una vez en la ciudad de La Esperanza, una pequeña población donde existen casas enormes, edificios pequeños, además hay muchos árboles frondosos y llenos de flores en la estación de primavera, en verano se puede ver lo verde de sus montañas desde no muy lejos, los otoños se tornan grises, mientras que los inviernos suelen ser no muy fríos, sin olvidar que La Esperanza tiene los mejores amaneceres y atardeceres de todo mundo, en donde había una mujer de tés blanca con cabello largo, rizado, sus ojos eran grandes, muy expresivos, su rostro era afilado, sus pómulos pronunciados y se enrojecía normalmente si la hacías reír demasiado o lograbas intimidarla, así era mi hermosa abuela.
Antes que nada, esta historia no tiene principio ni fin, solo son algunos fragmentos del diario de Mar, mi abuela, que me ha dejado como herencia, si bien se puede decir herencia…o más bien robo. Digo esto debido a que encontré este cuaderno de lindas hojas; suaves, amarillentas, muy gruesas, con ese olor tan peculiar a tinta y papel de antaño, en un cajón del cuarto solitario que ha dejado la abuela, desde aquel día 28 de agosto del año 2074, fecha que nunca olvidaré, en la que Doña Mar no regresó.
Sobre la pasta que cubre las hojas de este pequeño objeto, de grandes signos con significados magníficos dentro, puedo contar; es color rojo, en un material como de piel que, si bien es sintética, está conservada perfectamente. Tiene de esas estampillas que se usaban tanto cuando la abuela era joven, ella me contaba que tenía muchas calcomanías, recuerdo haberla cuestionado:
–¿Qué es eso de calcomanías?
–Son aquellas pegatinas que se vendían en la papelería de la esquina cuando yo era pequeña.– Me respondió la abuela.
Ella siempre con gran paciencia me respondía hasta la pregunta más absurda, y en realidad no sabía que era esa extraña palabra.
Recuerdo muy bien que me mostró éste cuadernillo por primera vez una tarde de otoño en su habitación, mientras limpiábamos profundamente los cuartos de la casa como todos los domingos. Durante mucho tiempo no vi aquel fascinante objeto, hasta ahora que puedo ojearlo, y de esta forma observar sus páginas cada noche. Del mismo modo me he dado a la tarea de leer todo su diario, tratando de descifrar en las líneas, atreves de ellas y detrás de todos estos renglones que escribía día con día cuando era joven.
Por supuesto que he notado la falta de secuencia entre hoja y hoja, por eso no tienen fecha, además he descubierto que son solo fragmentos, si bien es muy extraño que no tengan una fecha determinada, me parece más bien que ella; Mar, escribió cosas de su pasado entre líneas en su presente, que ahora se han fundido en el tiempo, ya es el futuro, “el futuro es hoy”. Por lo que algunas de sus experiencias, las que me han parecido más emocionantes las contaré por aquí, y dice:

Querido y bonito diario:
Quisiera decirle a mi mamá que la amo, pero me ha dejado de nuevo. Recuerdo muy bien cuando me dejo en la clínica, cruce el portón y tengo esta imagen en mi cabeza de cómo me veo fuera de mi entrando a este lugar, es extraño, aun no me acostumbro.
Sigo pensando en eso cada día y cada noche, no existe tarde alguna en que no recuerde todo aquello o tan solo un poquito y me averígüense de ello.Esa fea sensación invade mi mente, mi corazón y algunas veces todo mi cuerpo. Comienzo a decirle a mi mente, tonta, eres, fuiste, serás y permanecerás así, lo que más odio es que algunas veces mi mente me traiciona, cuando de mis labios salen esas palabras.
No es algo que me agrade, siempre he pensado que mi mente pude tener millones de pensamientos feos o negativos, pero en el momento que salen de mí; por mis ojos con una mirada de angustia, por mi boca con palabras hirientes, por mis manos o hasta por mis pies que se dirigen a las malas acciones o decisiones, es ahí cuando todo es horrible.
No me gusta estar entretenida haciendo los deberes, voltear a verme al espejo, recordar esa sensación y decirme tan feas palabras a mí, a la niña de las flores, el ser sintiente que más amo en este universo pero que también no he perdonado del todo.

Querido diario:
Recuerdo muy bien aquel día cuando llegue a ese lugar que por nombre lleva; Reeducarte… de verdad ¿reeducarte?, yo solo quiero aprender a desaprender todos esos momentos de horror que pase ahí, no es contradicción, es enmienda.
Ellos querían reeducarme con golpes, que, aunque me duela en el fondo de mi alma y de mi corazón, esos golpes sirvieron para dejar de depender de una sustancia para vivir.Tengo presente muy bien el momento en el que me metieron a una habitación con mucho desorden, les dijeron a unos chicos que salieran de ese sitio, los muchachos estaban todos manchados de cemento y se veían cansados, al parecer estaban apenas construyendo ese cuarto de la clínica.
Entré a esa habitación donde había desbarajuste por aquí y por allá, me dijeron de una forma muy extraña, grosera y fuerte que me quitara la ropa, yo no quería. Eran tres chicas, me gritaban mucho, pero la chica de ojos bonitos y cabello rubio me dijo con una vos más fuerte y presionándome:
–¡Quítate la ropa!
–No quiero, por favor ¡no!
Era muy grosera, no te escribiré las palabras exactas que salieron de su boca por respeto, pero si fueron feas. Yo no quería quitarme lo que traía puesto; mi falda larga, de color negro con flores rosas y una blusa azul de florecitas pequeñas que me había regalado la tía Lorena. Me quitaron bruscamente mis aretes verdes, los que me compró mamá, y les dije:
No por favor, son muy valiosos para mí, son muy importantes para mí, por favor no me los quiten.
Las chicas se rieron de mí a carcajadas, me quitaron todo, después me dieron un pantalón y una camiseta de color rojo. La verdad me sentí muy mal, no creía nada de lo ocurrido y pensaba repetidamente “tiene que ser un sueño, necesito tranquilizarme”, me senté bruscamente en el suelo, según yo estaba meditando, yo solo quería tiempo y no quería estar viviendo esa situación tan sorprendente.
Mi primo Ali estaba en aquel lugar, fue un alivio verlo, lo notaba más grande de la última vez que lo vi, más delgado, decaído, sus ojos cafés y su rostro inofensivo reflejaban tristeza, no sonreía, no estaba permitido reír en ese sitio. Además, no podía hablarle, traté de acercarme en el instante en el que encontré su rostro entre tanta gente, sin embargo, no podía cruzar ni una sola palabra con él, porque había ciertas reglas las cuales tenía que seguir dentro de ese lugar, una de ellas era no hablar con los demás.
Imaginando que todo era mentira, deseando que fuese una pesadilla solo pensaba; “la niña de las flores está encerrada, la han privado de su libertad”, estaba triste, destrozada y loca porque por su puesto no había tomado mi “pastillita del amor” desde hace meses. No sé qué paso, no sé cómo relatarte esto querido y bonito diario, me siento muy mal últimamente.

Querido y bonito diario:
Dentro de ese lugar, mientras no me daban la “pastillita del amor” durante la desintoxicación de toda la cantidad de droga que había en mi cuerpo, siempre alucinaba con Gabo, yo sé que él no me hace ni en el mundo.
Soñaba que me casba con él, ese sueño aún persiste en mi mente y por las noches el subconsciente me traiciona, cuando los recuerdos vienen a mí, tanto que sueño que viene, que regresa y toca a la puerta de la casa de la tía Lorena, preguntando por mí.
Es cierto eso nunca pasará, y si pasa… porque sé que el universo es maravilloso, enorme y cumple mis más remotos deseos, la verdad es que no creo gustarle de nuevo. Tengo cuarenta kilogramos sobre mi peso ideal, soy cachetona, tengo millones de estrías en mi piel, además soy tan insegura. Te escribo esto querido y bello diario porque sé que si cuento mi secreto no se hará realidad, como dice mamá, cuenta los sueños y no pasarán.

Querido y bello diario:
Sé que no todos los días te hojeo o te escribo, unos días simplemente no me dan ganas de levantarme, otros no quiero ni dormir. Es muy confuso cuando pienso que no aprovecho los días, porque dentro de mi existe esa idea de que la vida se disfruta al máximo, que tengo que disfrutar cada milisegundo y me siento mal por no hacerlo, situación que me hace sentir mal por pensarlo. Es sumamente complejo para mí, pienso y digo; que loca, que tonta, que absurda y trastornada, son cositas que me digo cunado hay silencios.

Querido y bonito diario:
Mamá, mi primer amor fue; mami. A lo mejor porque nací de su vientre como ella lo dice, me tenía en tu pancita, era la mujer más feliz del mundo, tomaba mucha agua, sonreía mucho, había aborrecido el tabaco y el refresco dietético, no tengo recuerdos de eso, estaba dentro de ella, pero mamá me lo platica de vez en vez.
Nos cambiamos muchas veces de casa, tal vez por eso no conservo ningún juguete, más bien tengo en mi memoria los momentos que vivimos juntas, era pequeña, mamá era grandísima para mí, era mi amor.
La primera vez que me dejó fue cuando murió mi abuelo José; su padre, recuerdo haberme quedado con la tía Lorena, ella se hizo cargo de mi esa semana. Lorena es todo lo contrario a mamá, su piel no es blanca como la de “ma”, es más bien morena, no tiene el cabello largo, sino una melena de color oscuro, cejas pobladas y no tiene arrugas, no fuma, no toma alcohol, tal como mamá lo hace. Es responsable, entregada, honesta, fuerte y lucha por lo que quiere, cualidades por las que mamá se jacta y no tiene, o si las tiene, en sus acciones no se reflejan. No es nada bueno comparar, en realidad esa no es mi intención, es solo que noto que son tan contrarias, ni parece que son hermanas.
Después de lo de mi abuelo José en aquel verano una serie de ausencias sucedieron y hasta el día de hoy, no me perdono ni perdono lo ocurrido, siento que no salen de mi corazón, espero que al menos escribiéndolos o expresándolos salgan, por lo menos que deje de doler un poco.

Querido y bonito diario:
Mamá me dejo de nuevo, se fue a esa ciudad grande en donde las estrellas no se ven por tanta contaminación, donde la vida es muy rápida y las distancias muy largas. Se ha ido porque encontró un mejor empleo, pero quiero ir con ella, ya no puedo esperar a que regrese por mí, quiero estar a su lado.

Querido y bello diario:
Mamá me ha decepcionado, he pensado mucho lo que nos ha pasado, siempre me acuesto a dormir, cierro los ojos, es cuando de pronto mil y un pensamientos se vienen a mi cabeza, ¿qué nos pasó? ¿qué tanto daño te hizo la vida para que sucediera todo esto? ¿de verdad me amas como dices? Porque tus acciones dicen totalmente lo contrario.
Algunas veces no sé si es mejor no tener mamá, haberla perdido por muerte o algo por el estilo, que tenerla y no poderla ver, no poder estar a su lado por todo aquello que vengo cargando, eso que nos hace chocar en continuas ocasiones, además de discutir cada vez que estamos juntas. Es tan amarga la sensación al verla llegar y voltear a ver a sus ojos, que no muestre una mirada sincera, por todas esas mentiras en palabras y actos. Constantemente me dice que no la visito, que no voy a verla, que no le quiero, pero la verdad es que siento mucho rencor.
Leyendo todo esto me he dado cuenta de la vida tan peculiar de la abuela, son anécdotas que nunca me contó en vida, y ahora viene lo mejor; son algunos fragmentos de sus escritos sobre ella y el abuelo, ese amor tan bello y real. Por ellos me doy cuenta que el amor existe.

Querido diario y bello diario:
Hoy me hablo por mensaje texto la chica que era mi mejor amiga en la preparatoria, sinceramente la extrañaba mucho y decidí escapar un rato de casa e ir al teatro con ella. Nos quedamos de ver en el concierto de “El niño y la música”, de la sinfónica de la ciudad La Esperanza, un concierto que celebra el día de niño y al cual acudimos tiempo atrás, para ser más precisa en segundo año de prepa. Cris, la mayor del grupo de amigas, estaba tocando el saxofón en la orquesta y solo pensaba en que casi me pierdo esa experiencia solo por ser insegura.
Al llegar, poder abrazarlas y platicar con ellas fue estupendo, la verdad es que me dio un soplo de vida ver a mis amigas. Ya que estábamos dentro del teatro, mi amiga me dijo que su hermano nos acompañaría, pero llegaría un poco tarde…y sí, mi pregunta rotunda fue:
–¿Tienes un hermano? – Le pregunté con gran interés.
Nunca habló de él en todo este tiempo de conocernos, fue gracioso y sorprendente.
Después llego él, Mavet. Ni siquiera lo vi hasta que salimos, pero muy dentro de mí no dejada de pensar “creo que le gusté”. Si bien es muy tonto lo que pensé en ese momento, no deja de ser fantástico pues hoy por la mañana mi amiga me llamó y me dijo que le gustaba a su hermano.

Querido diario:
La tía Lorena me dice que reviví de entre las cenizas como el ave fénix, yo pienso que no soy como ese ser mitológico, más bien soy como un diente de león, volátil, natural, versátil, singular, pero al mismo tiempo me han destruido, me han pisoteado, destrozado, drogado o medicado si así lo ven más “funcional”.
Me hace demasiado ruido que tenga que funcionar en la sociedad con medicamentos. Si, la dichosa pastillita del amor que, si bien me dice mamá que no los tome, dice que no necesito de una substancia para existir y desarrollarme, me he dado cuenta que me hago daño cuando no lo tomo.

Querido y bello diario:
Mavet me ha hablado, sí, el chico que conocí en el concierto de esa tarde en abril, creo haberte escrito eso ya. Me ha hecho una llamada hoy por la noche, en la que hemos charlado y reído de anécdotas hasta la madrugada, ahora que lo pienso y te escribo querido diario, creo que es demasiado tiempo hablando con él, le he contado muchas cosas y a lo mejor le he tomado mucha confianza
Creo Mavet me ha aceptado tal cual soy, o al menos así parece ya que le he contado fragmentos de aquel lugar en la ciudad de La Furia, recuerdo bien aquel sitio. Furia es una metrópoli enorme, donde la contaminación no deja ver las estrellas del cielo. También sabe sobre la pastilla y sobre algunos momentos que viví en la clínica, que yo le conté. Sinceramente me he abierto de mente y corazón con Mavet, estoy consciente de que me puede lastimar, pero destruir jamás.
Tengo que ser fuerte si me lastima, no solo el, todo lo que me ha hecho daño me da fuerza. Sé que una parte de mi vida se regía por el amor, ese esmero en que se trabaja una obra, una acción, deleitándose en ella. Ese amor que me rellena la separatidad que vivo día tras día, se ha transformado. Algo en mi dice que el amor es una prueba superada y sigue el nivel de la fuerza; esa fuerza, la capacidad de resistir todo ese peso, de empujar con todo mi ser a lograr mis sueños.

Querido y bellísimo diario:
Me encuentro enamorada, estoy muy enamorada de amor y de Mavet. Él me ha escrito casi todos los días y no comprendo… ¿Cómo puede haber tanto amor en un ser? ¿Cómo puede sentir tantas cosas tan maravillosas por mí?
Es verdad que le platiqué todo sobre mi pasado, que abrí mi corazón con él sin esperar nada a cambio y me ha regalado lo más preciado…su amor, su comprensión, dedicación, su empeño en esto que se le llama noviazgo.
Si soy su novia, me ha dado un anillo de promesa, me ha dicho que es la promesa que me hace para estar a mi lado y para esforzarse por cosas bellas y buenas que vendrán, me siento tan feliz, tan completa, todo mi amor esta para él.
Primero lo primero, esta vez quiero hacerlo bien, tener una relación de armonía y amor con Mavet, todo lo bueno se atraviesa entre nosotros y que cosas mejores vendrán por eso no me defraudaré, no lo defraudaré, esta vez lo haré con amor.
Segundo a segundo he dejado el pasado donde debe de ir; atrás. Los recuerdos me atacan de vez en vez, pero no estoy dispuesta a revivirlos, si alguna vez los pensamientos me absorben, vendré aquí a mi diario a leer esto:
Tranquila, respira hondo, abraza a quien amas, sonríe a los que te rodean, recuerda que eres alguien llena de luz, todo a su tiempo, no hay tiempo que no llegue…ni plazo que no se cumpla, porque por más que pienses y pienses “no hay dolor que el cuerpo resista, ni mal que dure cien años”.
Hay tantas cosas que aprender de Mar, hay tantas cosas que vivir día con día sin su presencia. Situaciones difíciles, que al parecer le dieron fortaleza y a mí su nieta, me dan mucha energía. Se me ha hecho muy difícil leer tantas experiencias de la bisabuela Lu, son cosas que desconocía de la ellas.
Me resulta tan fascinante el hecho de que antes de mi llegada a este mundo, en esta familia, hay tantos momentos, tantos antecedentes que vivieron mis antepasados que, si bien no fueron del todo felices o gratos, son emocionantes y él cómo la abuela, la bisabuela Lu, la tía abuela Lorena, el tío Ali, son mis raíces, hoy son historia, sin duda es lo más maravilloso. Lo bellísimo de estas líneas, es leer todo lo que escribe sobre el amor que le tenía al abuelo. Son grandes experiencias, las cuales plasmaba en su “Querido y bello diario”.

*Amarla Lu es el pseudónimo de una mujer que estuvo internada en distintos centros de rehabilitación de drogas en Culiacán y Guadalajara. Este texto está inspirado en su experiencia en estos lugares. Aquí se encuentra publicado íntegramente, como ella lo escribió.